Los límites definen de manera clara los comportamientos seguros y aceptables. Definen con qué estamos cómodos y con qué no y cómo nos gusta que nos traten. Los límites aclaran las responsabilidades y las expectativas, y ayudan a crear confianza. Al escribir las normas comunitarias utiliza un tono positivo para comunicar los límites y las medidas que se van a tomar si no se cumplen.
Las comunidades que tienen una cultura positiva y pocos conflictos atribuyen su éxito a contar con buenas reglas y a conocerlas desde el primer día. Publica las reglas en la descripción de la comunidad para que sea fácil acceder a ellas y transmítelas con frecuencia en el grupo de avisos. Es importante actualizar las reglas a medida que la comunidad vaya creciendo y evolucionando de manera que sigan siendo pertinentes para todos los miembros. Asegúrate de comunicar cualquier expectativa o cambio en las reglas de manera clara y transparente, e introduce los cambios poco a poco para que tu comunidad pueda reaccionar y adaptarse.
También es importante considerar los límites personales de tu rol como administrador para establecer las expectativas relativas a tu disponibilidad y crear espacio para tu propio bienestar. Por ejemplo, si fijas tu horario online de 9:00 a 18:00 de lunes a viernes, deberás comunicar al equipo de administradores y a los miembros que no responderás mensajes fuera de este período.