Antes de crear tu comunidad, piensa en su propósito. ¿La usarás para coordinar y supervisar programas de salud comunitaria, ofrecer formación y orientación a los trabajadores de la salud, generar conciencia sobre un problema de salud o para otra cosa? Tu propósito te ayudará a decidir qué miembros tienes que incluir en la comunidad y en qué grupos participarán. Puedes crear o añadir grupos para:
- trabajadores de salud comunitaria por áreas geográficas;
- trabajadores de salud comunitaria por aptitudes;
- trabajadores de salud comunitaria por afecciones médicas o programas;
- formación básica para nuevos trabajadores de salud comunitaria;
- formación continua para trabajadores de salud comunitaria;
- gerentes o coordinadores de programa;
- equipo directivo de un hospital;
- equipos de atención de la salud: médicos, personal de enfermería, trabajadores sociales médicos;
- equipo farmacéutico y de suministros médicos;
- líderes comunitarios.
Definir claramente el propósito de la comunidad ayudará a tu equipo de administradores y a los miembros a comprender por qué se añaden algunos grupos y otros no. Por ejemplo, si el propósito de la comunidad es ofrecer educación sanitaria y servicios de atención primaria para familias, puede que decidas crear o añadir grupos de trabajadores de salud comunitaria que estén especializados en salud neonatal y materna, o en asesoramiento en materia de salud mental. Incluso puedes incluir un grupo para compartir historias de éxito o comentar soluciones para desafíos que han surgido en las comunidades. Sin embargo, en este caso, puede que no sea apropiado vincular grupos sociales a tu comunidad.